martes, 29 de diciembre de 2009

Objetivo Dubrovnik

viaje realizado en el 2006

"CRÓNICA DEL VIAJE A CROACIA EN VERANO DEL 2006"

Esta aventura se “parió” en una barbacoa en Talavera. Inicialmente Piwaka y el presente (Actor Secundario) somos los impulsores del viaje. La idea es recorrer la costa Croata de Norte a Sur hasta Dubrovnik, pasando por alguna de las mas de 1100 islas que adornan el litoral marítimo, para después volver visitando la zona menos turística del interior de Croacia. Poco después de iniciar los preparativos se unen a la aventura Sther y Manchego y finalmente JavierRo con su flamante Adventure recién adquirida que quiere estrenarla con un pequeño viaje por Europa. (Todo un descubrimiento este JavierRo).
Después de formalizar el Grupo Croacia, varias quedadas par los preparativos del viaje y muchos e-mails por medio, comienza la aventura:

30 de Junio.- Salida de Toledo dirección Pirineos. En Madrid recogemos a Piwaka y seguimos ruta hasta Bielsa, donde tenemos reservado un bungalow para pasar la primera noche. Al principio mucho calor, y luego un par de tormentas que nos refrescan el ambiente. Rodando por los pirineos tenemos la primera anécdota del viaje. Nuestro compañero Piwaka se queda sin gasolina a solo 5Km de una gasolinera (no será el único en todo el viaje). Solventado el “despiste” llegamos al camping de Bielsa situado en pleno parque nacional de Ordesa. Las vistas y panorámicas nos hacen pensarnos si seguir el viaje o quedarnos aquí unos cuantos días. Lo dejaremos para otra escapada, esta vez el objetivo está a 3000Km de casa. Esta noche toca descansar bien, ya que todavía nos quedan un par de etapas duras de autopistas hasta llegar a Croacia.






1 de Julio.- Recogemos pronto para ponernos en marcha lo antes posible. Queremos llegar a dormir a Briançon (Francia). La idea es cruzar la frontera Franco-Italiana por este punto y así saborear un poco de los alpes. No son excesivos kilómetros, pero el hecho de que es uno de Julio y muchos franceses inician sus vacaciones dirigiéndose hacia las costas hace que las autopistas se colapsen, encontrándonos con unos agentes muy amables que nos invitan a abandonar la autopista y buscarnos la vida por carreteras secundarias. Esto hizo que pasáramos por debajo y por encima del famoso puente de Millau, y de conocer un poco los maravillosos paisajes que recogen estas carreteras. Disfrutamos mucho de esta etapa aunque el calor y agotamiento la empañe un poco. Pero finalmente no conseguimos nuestro objetivo y se nos hace de noche llegando a Gap, donde buscamos un camping donde pasar la noche. Nos toca plantar las tiendas de campaña de noche. Esa noche caemos rendidos después de la paliza de kilómetros y carreteras recorridas.




2 de Julio.- Hoy toca cruzar Italia. Nos cuesta bastante salir de Francia. La idea de salir por el Col de Montgenévre de Francia nos cuesta más tiempo del planeado. Encontramos mucho tráfico y se produjo algún susto por culpa de un coche que invadió nuestro carril. Afortunadamente solo se quedó en un susto. Finalmente salimos de Francia y cogemos las autopistas italianas dirección Trieste. Encontramos una diferencia enorme entre las autopistas francesas e italianas. Las primeras son de primera calidad con carriles muy anchos, muchos tramos de tres carriles y unas áreas de descanso de lujo. Además, el hecho de que estén plagadas de radares hace que la gente respete mucho los límites de velocidad. En cambio en las autopistas Italianas encontramos tramos interminables de obras donde el arcén desaparece y el firme deja mucho que desear, y por otro lado los italianos parece que no tienen límite de velocidad. Esto hace que por nuestra propia seguridad nos adaptemos a las velocidades de crucero que llevan. A pesar de eso, en más de una ocasión yendo a más de 150Km/h por el carril de la izquierda hay quien llega a toda mecha y nos adelanta por la derecha. Estamos en Italia.
Pasamos Trieste y después de cruzar Eslovenia entramos en Croacia. La carretera lleva mucho tráfico, pero las vistas del atardecer sobre el adriático que rompe sus olas prácticamente en el asfalto hace que relajemos mucho el ritmo y disfrutemos de las vistas. Inmejorable imagen para iniciar nuestra aventura por tierras Croatas. Nos metemos en uno de los numerosos camping que hay diseminados por la costa Croata y pasamos nuestra primera noche en Croacia. Para ser más concretos en Novigrad.





3 de Julio.- Estamos en Istria, que es la pequeña península del norte de Croacia. La cruzamos por el interior dirección Brestovac pasando por Pazín. Parece que el tiempo está congelado en el interior de la península. Llegando a Brestovac nos encontramos con unas vistas de vértigo sobre el adriático. El golfo de Kvarner impresiona por ese litoral perfilado sobre un azul intenso salpicado de multitud de islas e islotes. En Brestovac cogemos un ferry hacia la isla de Cres. El pequeño viaje en barco reconforta con sus vistas a ambos lados del ferry. Una vez llegamos a la isla de Cres salimos con nuestras monturas pitando del ferry acompañados por un alemán (pepe) y su BMW custom con el que hemos estado charlando en el ferry. Cres tiene una única carretera que cruza la isla de norte a Sur hasta su isla gemela Losing a la cual nos dirigimos. Estas dos islas están separadas por un canal muy estrecho en el cual se sitúa un peculiar puente levadizo. Esta carretera comienza subiendo un puertecillo de montaña para después ir por la cresta de esta hasta el sur, dejándonos ver el mar por sus dos vertientes. La cara de flipaos no nos la quita nadie. Cerca de Malí Losing encontramos un camping con unos bungalows para estrenar y no nos lo pensamos dos veces. Invitamos a nuestro colega alemán a pasar la noche con nosotros en el Bungalow. Hoy el día ha cundido y hemos llegado antes de comer al destino. Por la tarde nuestro primer baño en el adriático reconforta los kilómetros hechos hasta el momento. Poco después dejamos a nuestro amigo alemán bebiendo cervezas y nosotros nos vamos de ruta turística por Malí Losing (Losing la grande) y Velí Losing (Losing la bella). En esta última nos damos el homenaje en un restaurante de lujo en un puerto idílico que hace las funciones de plaza del pueblo. Cenamos una mariscada que quita el hipo con un servicio de primera y a un precio realmente bajo. No podía haber mejor fin para esta jornada.


4 de Julio.- Volvemos a la isla de Cres donde cogemos otro ferry que nos lleva a la isla de KRK. Aquí nos despedimos de nuestro nuevo amigo alemán el cual se queda en esta isla a pasar sus pequeñas vacaciones. Nosotros cruzamos la Isla y volvemos al continente por un puente. Cogemos la famosa carretera de la costa que aquí la conocen con el nombre de la Magistrale. Esta carretera no deja de sorprender por sus vistas. Es una carretera bastante peligrosa por su tráfico, sus acantilados y su firme bastante deteriorado, aunque parece que lo están arreglando. También hay que tener cuidado con el resto de usuarios de la vía, ya que su forma de conducir resulta bastante agresiva.
Poco después de cruzar el puente de Maslenica nos desviamos dirección Skradín por una carretera comarcal paralela a la magistrale. Aquí nos encontramos con las primeras huellas visibles de la pasada guerra. Numerosas casas bombardeadas salpican ambos márgenes de la carretera. Se nota que esta zona no es turística y no hay tanta prisa por reconstruirla. En Skradín buscamos el camping Cascade Krke. Este camping es bastante peculiar. Tan solo es de 20 plazas y no es más que el patio de una casa privada. Está situado en una zona bastante devastada por la guerra. La dueña de la casa ha aprovechado las ruinas de los bombardeos para decorar de una forma un tanto peculiar los muros del camping. Trozos de metralla oxidada pintada de colores y casquillos de balas como topes de puertas. A pesar de lo desolador de las casas que vimos llegando a este camping hay que decir que nos trataron como reyes y la sonrisa de la nieta Marta de la pareja del camping, que tendría unos 5 años nos hizo ver todo de otro color. Son gente muy afable con ganas de recibir turistas y compartir experiencias. Los niños al vernos pasar montados en nuestras cinco boxer nos saludaban con una sonrisa de oreja a oreja. La noche en este camping fue lo más parecido a una acampada libre. Éramos los únicos del camping y la vista del cielo por la noche resultó espectacular. Creo que no fui el único en tener el corazón encogido casi toda la jornada…







5 de Julio.- La despedida del camping se hace muy dura. Apenas habíamos compartido unas horas con ellos, sin embargo algo por dentro nos hacía pensar que solo sería un hasta luego. Marta se puso a llorar cuando vio que arrancábamos nuestras motos para proseguir viaje. Tal vez esperaba que nos quedáramos unos días allí. En fin….
Tras unos kilómetros en soledad a pesar de rodar los cinco juntos llegamos a knin, el pueblo más importante de esta zona. Cruce de líneas de ferrocarril y carreteras. De aquí bajamos otra vez hacia la costa hacia Sibenik por una carretera que nos vuelve a dejar un poco tocados. Pasamos por barrios residenciales plagados de chalets situados en grandes parcelas y alguna mansión que otra, pero otra vez las huellas de la guerra se hacen ver. Casas incendiadas y tiroteadas te hacen pensar lo que tuvieron que pasar…
El resto de la jornada lo pasamos por la famosa Magistrale hasta casi Dubrovnik. Un viento racheado infernal nos complica bastante la ruta, para colmo encontramos tramos en obras donde los operarios te hacen pasar por debajo de las escavadoras mientras estas están picando la pared de la montaña. Conforme avanza la tarde el viento va cesando y podemos disfrutar de las mejores vistas de la costa croata. Infinidad de islas verdes con su perfil perfectamente marcado por una piedra blanca en contraste con el azul intenso del adriático en una fantasmal calma hace que las paradas para tomar instantáneas se sucedan una tras otra. Lo noche nos pilla en carretera de tanta paradita que hacemos y al final llegamos a Orasac donde nos alojamos en un camping muy acogedor. Estamos a unos 15Km de Dubrovnik.











6 de Julio.- Objetivo cumplido. Después de descansar salimos dirección Dubrovnik para pasar el día por sus calles y descansar este día de moto. Un suceso en España hace que Piwaka tenga que volverse. Tras una breve despedida emprende su viaje de regreso en solitario.
El resto del grupo Croacia aprovechamos la jornada paseando por las calles de tan mágica ciudad. Los restos de la guerra aquí también son visibles y en las típicas tiendas de suvenirs encontramos muchos artículos y fotos relacionados con la guerra. Parece que se ha convertido en otro reclamo turístico. Después de una buena comida relajada y distendida emprendemos otra vez marcha, pero esta vez rodeamos Dubrovnik por su muralla. Si alguna vez vais a esta ciudad no dejéis de hacer este paseo. Las panorámicas de la ciudad y la costa con sus islas se suceden una tras otra. Después de este paseo vuelta al camping donde nos ponemos los bañadores y nos damos un reconfortante baño en el adriático. El mar parece una balsa de aceite y la puesta de sol con todas las islas de telón de fondo hace que este último baño en el adriático sea todavía si cabe mas mágico.








7 de Julio.- Salimos pronto con la intención de aprovechar el día. Queremos pasar por Mostar (Bosnia) de camino a los lagos Plitvice. En el paso fronterizo nos piden todos los papeles de la moto y la carta verde del seguro. Cuando llegamos a Mostar la sangre se nos congela. No dejamos de ver edificios en ruinas y casas bombardeadas y tiroteadas. La ciudad tiene el ritmo de cualquier capital, pero con un escenario devastador. Tras estudiar la ruta que nos llevará a los lagos Plitvice decidimos ir a tomar café a Sarajevo, ya puestos… poco después de salir de Mostar dirección Sarajevo paramos a comer en un restaurante de carretera donde nos encontramos con las tropas españolas destinadas aquí. Son varias decenas de militares que están en labor humanitaria. Nos cuentan un poco su labor y sus experiencias y nos animan a seguir nuestra ruta.
Llegamos a Sarajevo y entramos por la famosa avenida de los francotiradores. Los edificios con boquetes de misiles se suceden uno tras otro, entre otros recién reconstruidos con sus impresionantes fachadas de cristal. Nos tomamos el prometido café en el centro de la ciudad. Nos quedamos con ganas de visitar la ciudad y el país entero, pero nuestra apretada agenda nos hace coger las motos y emprender marcha hacia Croacia.
La ruta de unos 300Km por carreteras nacionales por el interior de Bosnia se hace un poco interminable e invertimos en ella algo más de 6 horas. Los paisajes son impresionantes. Bosques, montañas, lagos, ríos, cascadas… La noche se nos echa encima y le acompaña una neblina y una humedad que a ratos se convierte en una fina lluvia. Esto unido al pésimo estado de sus carreteras hace que pasemos de verlo todo muy bonito a verlo todo muy negro. Encontramos tramos de carretera cortada donde los desvíos se hacían un tanto intransitables para motos. Tras una pequeña parada decidimos continuar marcha hasta los lagos aunque lleguemos tarde. Finalmente cruzamos la frontera pasadas las 12 de la noche. Para colmo a mi me hacen vaciar todas las maletas y me revisan todo el equipaje. Era el remate de una jornada realmente larga. A la 1 de la mañana estamos buscando alojamiento en alguno de los hoteles de los Lagos Plitvice. Finalmente encontramos uno que tiene muy buena pinta donde descansamos como reyes.










8 de Julio.- Por la mañana reconfortante desayuno en el hotel. Esta vez no vamos a poder visitar los Lagos Plitvice, pero también nos damos cuenta de que estos Lagos no se pueden ver en unas horas. Hace falta dedicarles una jornada completa. Queda entonces visto que seguramente volvamos por aquí de vuelta de otra ruta que hagamos otro año.
La carretera de salida de Plitvice camino a Opatija es divertida. Nos encontramos con muchos moteros de la zona que circulan con sus deportivas preparadas y sin matrícula. Las curvas y el asfalto en buen estado invitan a roscar un poco más el puño y disfrutar de las trazadas. Paramos a comer a orillas de un lago idílico situado entre montañas y frondosos bosques en el parque nacional de Risnjak. Después de saborear esta última comida en Croacia nos vamos a Opatija a gastar las últimas kunas que nos quedaban en los bolsillos. Tras las compras y un café en la terraza de un céntrico hotel mientras escuchamos a un grupo de jazz, emprendemos camino de vuelta a casa. Salimos de Opatija a eso de las 8 de la tarde. Paramos a dormir en un hotel de la autopista pasado Venecia a eso de la 1 de la mañana. Nos ha costado mucho despedirnos de Croacia.










9 de Julio.- Jornada maratoniana de autopista hasta Blanes (Girona) donde cogemos un bungalow para pasar nuestra última noche juntos. Aquí se queda Manchego con su familia unos días más.



10 de Julio.- Sther, JavierRo y yo (Actor secundario) emprendemos camino de vuelta hasta Toledo. Creo que no he pasado tanto calor encima de la moto en mi vida. Las paradas las hacemos cada 100Km porque el cuerpo no nos aguanta. Intentamos ir sin la chaqueta, pero el aire es tan caliente que quema, así que nos volvemos a poner las chaquetas. A los pocos días me dijeron que en la zona de Zaragoza ese día se marcaron máximos históricos.
Llegamos a Toledo con el sentimiento de haber terminado esta ruta, pero el viaje continua y la ruta para el próximo año comienza a tomar forma.